¿FASCISTAS EN EL SIGLO XXI? HABERLOS HAYLOS.
¿Alguien puede definir a qué
se refieren por “fascismo” los manifestantes que han proliferado recientemente en
occidente? En general Frank Bealey define al fascismo como: “…una doctrina totalitaria
y una forma de sistema político que prevaleció en el período de entreguerras.”
Lo totalitario se ha entendido como lo contrario a la democracia liberal. Hannah
Arendt amplia esto, y considera lo totalitario como un dominio que va más allá
de lo político, de tal suerte que llega a invadir lo privado, incluso privando
a la persona de su propio yo. Es cierto que el fascismo surgió en oposición al
caos provocado por grupos comunistas, al menos esta fue su génesis en Italia y
Alemania. Pero también es cierto que no representa una corriente que pueda
calificarse como ultraderecha, tanto el fascismo italiano como el
nacionalsocialismo alemán, eran profundamente estatalistas, en otras palabras, eran de izquierda. No es aquí el momento para hablar de la admiración que Stalin
profesaba por Hitler. Incluso los gulag, deben mucho de su diseño a los campos
de concentración nazis (a su vez inspirados en los campos hechos por los ingleses
durante la guerra de los Boers). Como bien lo dice Bealey, los fascismos se
dieron en el periodo entreguerras. De hecho hubo una especie de epidemia en
movimientos minoritarios en Inglaterra, Austria y Checoslovaquia, entre otras
naciones. En España algunos identifican en este tendencia a la Falange Española
(fundada por José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia), en concreto al unirse
con las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista). Pero Ricardo de la
Cierva ha demostrado que Onésimo Redondo Ortega (líder de la JONS) no se decantaba por el
fascismo. Falange Española de las JONS fue un movimiento nacional sindicalista con
fuerte influjo del pensamiento de Marcelino Meléndez Pelayo. Si bien emplea el
documento de 1934 el término “totalitario”, lo que le sigue se distancia substancialmente de las
ideas de Mussolini o Hitler.[1]
La Falange, es pues, otro fenómeno, cuyo derrotero ha sido muy diferente a lo
que pasó con el Fascismo italiano o el Nacionalsocialismo alemán, el primero
desapareció en 1943 y el segundo en 1945. El falangismo español subsiste, hay
partidos y movimientos minoritarios que no han encontrado un liderazgo que les
unifique, pero debe quedar claro que no tienen vínculo alguno ni con la
ultraderecha ni con ninguna tendencia totalitaria. La pregunta es ¿existen
partidos o grupos fascistas en el presente? Olvidemos a Trump, quien está a
años luz de cualquier tentación de fascismo. La constitución de los Estados
Unidos de América establece un sistema de check and balance que ha funcionado
desde 1787 con precisión dentro de las coordenadas de los humanamente posible. Esa precisión está comprometida. Edward Snowden,
es un técnico informático de la CIA, que tuvo que exiliarse de los Estados
Unidos en 2013, como es bien sabido, tras revelar el espionaje informático ordenado
por Barack Obama. A un lado de tal
actuación la STASI era un juego de niños. Si Obama rinde cuentas a la justicia
o no, ya lo veremos. Pero no he contestado a la pregunta inicial: ¿Contra quién
se manifiestan los antifascistas? En Estados Unidos se les conoce como Antifa,
que reúne un conjunto de grupúsculos de extrema izquierda. Cuando Trump les
calificó como terroristas la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez
salió en la defensa de tales grupos, pidiendo que se hiciera lo mismo con los
grupos blancos y supremacistas. Esta señora ignora la historia de su propio
partido, le vendría bien repasar los nombres y actos de John Fitzgerald Kennedy
y Lyndon Baines Johnson, desde luego, hay suficiente literatura rigurosa para
conocer a ambos regímenes, mucho mejores a loque NETFLIX o HBO nos quieran decir.
¿Antifa contra quién se
opone? Está claro, que su rival no es el fascismo, cuya existencia serán unas
minorías con poca fuerza o sin nexo causal probado contra lo que se oponen. Hay una acepción de fascismo muy interesante,
y es la última que incluye la Real Academia de la Lengua Española: “Actitud
autoritaria y antidemocrática que socialmente se considera relacionada con el
fascismo.” La RAE ha tenido cuidado de hablar del supremacismo racial, ese
nefasto legado darwiniano, pero eso forma parte de ciertos fascismos: la raza aria
de los nacionalsocialistas, el RH de los vascos y el supremacismo catalanista. Como
los nazis no son un partido legal en Alemania, habría que descontarles. A los
Antifa les quedan o el Partido Nacionalista Vasco, Bildu, Esquerra Republicana
de Catalunya, Partido de los Socialistas de Cataluña, Catalunya en Comú, CatComú
y Candidatura de Unidad Popular. Ahí tienen tela qué cortar, pero, ¡Oh sorpresa!
Al menos en Cataluña han conformado una revolución de color, por tanto, son
primos hermanos de Black Lives Matters y los Antifas. Bueno, nadie elige a sus
familiares.
Quisiera terminar con una advertencia,
no mía, sino de Jordan B. Peterson: sí existe una ultraderecha, y puede
reaccionar con una furia que los que la invocan podrían no resistir. En
Inglaterra ya se han manifestado en la defensa de estatuas y símbolos patrios.
Cuando una olla de vapor puede estallar, lo mejor es bajar la temperatura.
Rigoberto Gerardo Ortiz
Treviño
[1]“6. Nuestro Estado,
será un instrumento totalitario al servicio de la integridad patria.
Todos los españoles participarán en él
al través de su función familiar, municipal y sindical. Nadie participará al
través de los partidos políticos. Se abolirá implacablemente el sistema de los
partidos políticos, con todas sus consecuencias: sufragio inorgánico,
representación por bandos en lucha y parlamento del tipo conocido.
7. La dignidad humana, la integridad
del hombre y su libertad son valores eternos e intangibles.
Pero sólo es de veras libre quien
forma parte de una nación fuerte y libre.
A nadie le será lícito usar su
libertad contra la unidad, la fortaleza y la libertad de la Patria. Una
disciplina rigurosa impedirá todo intento dirigido a envenenar, a desunir a los
españoles o a moverlos contra el destino de la Patria.
8. El Estado nacionalsindicalista
permitirá toda iniciativa privada compatible con el interés colectivo, y aun
protegerá y estimulará las beneficiosas.” El programa de Falange Española de
las J. O. N. S., ABC diario ilustrado, Madrid, viernes 30 de noviembre de 1934.

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